Implantes dentales y su integración osea

Implantes dentales y su integración osea

¿Que es la Osteointegración?

La osteointegración se define como la unión directa, estructural y funcional, sin tejido periodontal alrededor entre el implante dental y el hueso alveolar.
Al colocar los implantes dentales de titanio debe haber una estabilidad primaria que garantice la unión implante hueso, y debemos esperar mínimo tres meses hasta poder someter al implante a cargas protésicas.

El proceso de integración

El proceso de integración no es inmediato, el paciente debe dejar pasar un tiempo desde que se coloca el anclaje de los implantes, hasta que se puede colocar las coronas dentales, pasa previo que se debe realizar a la integración final, una vez han terminado los procesos biológicos, es el momento de integrar el implante final.

No hay un tiempo establecido medio para calcular cuanto puede durar un tratamiento, ya que, al ser procesos médicos, en cada persona pueden afectar unos factores que hagan que el proceso y la curación varíen en función del cliente. el tiempo medio de curación para el maxilar inferior suele ser de 3 o 4 meses y de 5 o 6 meses para el maxilar superior.

Una vez realizada la integración osea completa el implante ya se encuentra unido firmemente al hueso y es capaz de soportar una prótesis haciendo frente a todos los requerimientos funcionales y estéticos como si se tratase de un diente natural sano.

Otra característica importante de la osteointegración es que se trata de un procedimiento muy estable en el tiempo por lo que estos tratamientos ofrecen resultados satisfactorios que pueden disfrutarse durante muchos años.

Fases del proceso:

  1. Formación del hueso reticular, desde el primer día hasta la cuarta o sexta semana.
  2. Adaptación de la masa ósea a la carga, en el segundo mes.
  3. Adaptación de la estructura ósea a la carga, del tercer mes y durante toda la vida.

¿Por que decidirse por un implante dental?

Hoy en día vemos como cada vez son más habituales los implantes dentales mediante el proceso de osteaintegración que los clásicos puentes dentales, y se basa fundamentalmente en las siguientes razones:

  • Proporcionan un ajuste firme y seguro de la prótesis sin necesidad de pasta fijadora.
  • Pueden suprimir las molestias asociadas con frecuencia a las prótesis mal ajustadas.
  • Ayudan a conservar el hueso maxilar natural, y por tanto las estructuras faciales.
  • Evitan el tallado de los dientes vecinos, necesario con un puente convencional.